Tras dos años en Nueva York, intentando olvidar el abandono de Babi, Step regresa a Roma.
Parece tenerlo todo: buen nivel, prestigio como boxeador, el respeto de sus amigos y, sobre todo, mucho éxito entre las jóvenes más guapas.
No le resulta difícil hallar empleo, seguir disfrutando de sus paseos en moto por la ciudad, de las discotecas y fiestas elegantes. Sería una vida envidiable, de no ser por ella.
El recuerdo constante de Babi, ese amor que lo eleva sobre el cielo, sorprende a Step en cada esquina.
Incluso cuando conoce a Gin, una chica preciosa, tan rebelde como él, se resistirá, añorando recuperar esa sensación perdida: tener ganas de alguien, no de cualquiera, sino de una persona en concreto, que le quita el sueño y no lo deja vivir.
En Tengo ganas de ti, la esperada segunda parte de A tres metros sobre el cielo, Federico Moccia nos deleita con una deliciosa novela que nos habla de los deseos, de amor y de sueños.
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